Cuando te miro a los ojos, la miel de tu expresiva mirada hace que me sienta protegida, como cuando aún era una niña. Tu expectación ante algo desconocido que se inicia es fascinante.
Siempre como un vigilante que controla y orienta a los conductores me acompañas, en los momentos de desesperación, de odio interno, tú como una mártir recibes las puñaladas.
En el momento que me enrabio, un inmenso dolor recorre mi vida interna, en mis ojos se notó un brillo que evidencia la presencia de alguna lágrima, no puedo ver cómo te destrozo, con cada palabra, cada gesto…
No soy esa dulce niña que hacía correr a su madre detrás hasta hacerla caer de lo “bicho” que era, no soy esa cariñosa personita que cuando algo malo le pasaba sólo deseaba y reclama llegar a los brazos de su salvadora…
En esos momentos de furia no soy yo
Cuando te chilló envió una flecha hacía mi corazón que hace que me tambalee que mi fuerza y orgullo poco a poco se convierte en granos de arena que un día desaparecerán con el viento del Sajara.
Disparo, de un lado a otro y cada vez me hundo más, cuando no hay culpa.
Entonces cuando ya no puedes más, lloras, en ese momento me clavan un cuchillo y la muerte es lenta, observo como te dices a ti misma por tu expresión “Por qué me merezco esto, sino he dicho nada”.
El mundo comienza a desvanecerse, cae primero la parte norte luego la parte del este…así hasta quedar totalmente partículas que se deshacen convirtiéndose en polvo.
La crispación vuela alrededor del lugar dónde estamos.
Mi cara necesita una caricia de tus finas manos, un beso de tus labios…al final toda yo acabo la batalla creo k gano pero pierdo, pierdo porque sufro, sufro porque tu sufres y eso no me lo perdono.
Eres el mayor regalo que nunca he recibido… yo soy el mejor presente que deseaste tener.
Unidas combatimos, separadas nos alegramos, juntas somos felices, en la distancia nos echamos en falta, la lejanía nos marca límites, la hemos vencido más veces, pero hay un límite que jamás nos vencerá, la soledad porque a tu lado estoy y tú a mi lado por siempre estarás.
En mi corazón te llevo, en mi cabeza te fotografío y mis sonrisa son tuyas, con tus mismos hoyuelos, soy una flor que da la felicidad que nos merecemos...Mi júbilo de cada día es saber que ahí estás…como un angel de la guarda que jamás quiero dejar escapar.
Estoy feliz, irradio luz cosa que hacia tiempo no era posible, disfruto, lucho y quiero seguir siempre así.
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